Antonio Gil Zaragoza, uno de los nombres propios del balompié de la Vega Baja por sus más de cuarenta años de dedicación al fútbol, sobre todo por su trabajo como impulsor del fútbol base en Orihuela, ha fallecido este lunes 28 de abril en su ciudad natal. Fue responsable del equipo juvenil, delegado, directivo y presidente del Orihuela Deportiva en los años sesenta. También fue fundador y presidente del Santiago CF en los años cincuenta y del Atlético Orihuela en los años setenta y ochenta. Al conocerse su muerte, el CD Oriol y la Escuela Municipal de Fútbol han iniciado las gestiones con otros clubes de la ciudad para solicitar conjunta y formalmente al Ayuntamiento de Orihuela que el campo de césped artificial del Polideportivo de El Palmeral lleve su nombre a partir ya de la próxima temporada.
Biografía
Después de jugar al fútbol en su infancia y adolescencia en la calle, fue al inicio de los años cincuenta cuando comenzó su etapa como promotor de clubes siempre bajo la premisa del trabajo con los más jóvenes y la cantera. Su primer proyecto fue el club llamado Santiago CF en los años cincuenta, ubicado en el barrio del Rabaloche. Con la llegada de la década de los sesenta, pasó a integrarse en el Orihuela Deportiva, primer club de la ciudad, como responsable del equipo juvenil y también como delegado y directivo del primer equipo. Posteriormente, accedió a la presidencia del Orihuela Deportiva entre las campañas 1965-66 y 1968-69. Bajo su mandato, el primer equipo de Tercera División se caracterizó por tener plantillas plagadas de jóvenes de la cantera oriolana y de la Vega Baja como nunca antes había ocurrido. Fue la época de los Rubio-Ortega, Belló, Poyoyo I, Irles, Correte, Zapata, Víctor, Ballesta, Beltrán, Samper, Díaz, Seano, Eusebio, Luis Rocamora, Cayuelas, Caselles, Zaragoza, Illán, Mochi, Pastor, Joseíco, Moñino, Ferrer, Ramón o Paquito, entre una larga lista. En las campañas 1969-70 y 1970-71 pasó a ser vicepresidente del Orihuela Deportiva.
En 1971 dejó el club escorpión y fundó un nuevo club llamado Atlético Orihuela, que comenzó a competir con un equipo federado de aficionados en la campaña 1971-72 en Segunda Regional y pronto contó también con un equipo de juveniles, siguiendo así su trabajo con la cantera hasta mediados de los años ochenta, cuando cedió el testigo del Atlético Orihuela a Francisco González Pertegal 'Polín', que sigue como máximo responsable del club, que tiene ya 43 años de vida. Conocido popularmente en la ciudad como 'El Carbonero' por su trabajo al frente de una carbonería en la calle de San Agustín, Antonio Gil Zaragoza siempre creyó en la juventud, siempre dio oportunidad a los jóvenes futbolistas y siempre llevó el fútbol sin deber dinero a nadie. Ese fue su mérito y ahí radicó su éxito y se fraguó su leyenda.
Testimonios
"Todo lo que sé del mundo de fútbol, me lo enseñó Antonio Gil Zaragoza, con quien empecé en el mundo del fútbol. Su dos mandamientos eran tratar bien al futbolista y dar oportunidad a la gente de la cantera. Se ha marchado un gran hombre de fútbol y una mejor persona, cuya dedicación al balompié oriolano de base se merece el reconocimiento de toda la ciudad y la Vega Baja. Descanse en paz". Con estas palabras se expresaba Polín a Sport Vega Baja. Por su parte, José Antonio Rodríguez 'Machuca' manifestó a este medio que "sin desmerecer a nadie, ha sido el mejor presidente de club de fútbol que ha tenido el fútbol oriolano. Sin medios económicos, llevó el club a vivir su mejor etapa de cantera de la historia. Ese es su gran mérito. Sólo puedo hablar bien de Antonio Gil Zaragoza". Por último, Antonio Bellot 'Belló', uno de los jugadores oriolanos de la cantera en la época de 'El Carbonero' y que llegó a ser profesional en Primera División con el Hércules y el Deportivo de La Coruña, señaló a Sport Vega Baja que "como persona era un hombre bueno y en la parcela balompédica un auténtico apasionado. Fue el que nos encaminó a muchos chicos de Orihuela hacia el mundo del fútbol. Nos mimó en nuestra etapa infantil y juvenil, nos dio la oportunidad de debutar en el primer equipo del Orihuela Deportiva en Tercera División y nos ayudó a hacernos futbolistas profesionales. Fue un hombre muy preocupado por la juventud oriolana y por el fútbol. Hizo un trabajo inmenso en una época donde no había dinero ni existían infraestructuras como las de ahora. Es una pérdida muy grande para el fútbol. El deporte oriolano y, sobre todo, el fútbol deben tenerlo siempre en la memoria".
(Foto cedida por Pablo Oñate Gil)
