Crónica de Manuel Culiáñez/Foto Orihuela CF
En el fútbol, como en la vida, hay días que se saben densos, ásperos y de transcurrir lento. Algo así le sucedió al Orihuela CF en la mañana del domingo 3 de marzo en su partido contra La Unión Atlético en el campo de la localidad murciana. Desde el inicio, la jornada se tornó desapacible por el fuerte viento lo que, añadido a las propias características del equipo contrario y el campo, convirtió el encuentro en un constante picar piedra, símil muy propio en una población de arraigada tradición minera.
Es La Unión un equipo que ha entendido que en el fútbol proletario de la Segunda RFEF tanto vale, y en ocasiones más, la brega y el orden como buscar las maravillas del fútbol combinativo, que se deshace, en esta categoría, ante el orden y la rocosidad de equipos curtidos en la supervivencia (y, si no, pregúntenle al anterior entrenador del Orihuela, Óscar Sánchez). Guerrero y con las ideas muy claras, La Unión se confió al orden defensivo, al juego directo y a intentar salir lo más rápido posible con balones a la espalda de los laterales oriolanos. Su apuesta era conseguir que pasaran pocas cosas y, a ser posible, que alguna de ellas sucediera en el área del Orihuela y les permitiera cazar un gol. Si no, mantener la portería a cero y sumar un empate.
Enfrente, el Orihuela buscó con la alineación inicial tener el balón e intentar llevar al área rival donde Florian, que volvía al que fue su campo al inicio de temporada, podía ser un jugador diferencial. Con las novedades de Fran Martínez por el lesionado Mendinueta, de Brian Pallarés por Hamza y de Aschalew Sanmartí por Booker, que cumplía ciclo de tarjetas, los amarillos buscaban llevar la iniciativa desde los primeros compases del encuentro. Aschalew, quien merecía la titularidad por sus últimas actuaciones, se convirtió en uno de los más destacados de los visitantes, bien acompañado por Callejón. Con todo, los 45 minutos iniciales transcurrieron en una constante guerrilla en el centro del campo sin que hubiera ni una sola ocasión de peligro por ambos bandos y sin que el espectador tuviera un mísero ¡uy! de alegría o de sufrimiento que llevarse a la boca.
La segunda parte pareció comenzar con algo más de dinamismo y con los equipos algo más interesados en romper la igualada, pero sin que cundiera el desorden táctico. La Unión mantuvo su recurso de intentar meter balones al área y forzó algunos saques de esquina bien resueltos por la defensa oriolana, sin que Aitor Arias tuviera que realizar alguno de esos paradones mágicos a los que nos tiene acostumbrados a los aficionados de ‘Los Arcos’ y que le han convertido en un ídolo de la hinchada y de la chiquillería que acude al municipal oriolano.
A mediados de la segunda parte, Guilló quiso dar una vuelta de tuerca al partido buscando mayor profundidad, con la intención de generar ocasiones en la portería rival, por lo que sustituyó en el 65’ a Kamal y Aschalew por Camacho y Hamza Bellari, a los que habría que sumar la sustitución que en el 55’ llevó al campo a Revilla y al banquillo a Florian. Los cambios dieron más brío al ataque oriolano y los pases filtrados del ciezano y la habilidad del tarraconense, bien secundados por Brian Pallarés y Callejón, dieron más velocidad al juego visitante. Posteriormente, Escobar y Juanma García se incorporaron al partido en el 70’, saliendo del campo Marc Sirera y Fran Martínez. Pese a la voluntad del equipo oriolano por romper la igualada, tampoco en este tramo hubo ocasiones que reseñar, por lo que los porteros de ambas escuadras figuraron como espectadores de lujo a lo largo de los 90’.
En definitiva, un partido duro y complicado, de los que exigen a los futbolistas un gran esfuerzo físico y táctico, a lo que es necesario sumar las difíciles condiciones ambientales, ya que el viento perjudicaba más al estilo dominador del Orihuela CF. Pero, tengámoslo claro, estos partidos son necesarios para el crecimiento de un equipo y el Orihuela demuestra haber dado en los últimos meses muestras de caminar en la buena dirección. Guilló ha dado con la tecla y éste es un conjunto que defiende mucho mejor que hace unos meses y no se descompone ante conjuntos ásperos y bien situados como La Unión, ni ante circunstancias externas, como la ventolera de esta mañana, mostrando un gran esfuerzo colectivo en todas sus líneas y destacando, amén de los mencionados Aschalew Sanmartí y Callejón, la labor de la zaga, donde la llegada de Espejo ha dotado de solidez el puesto de central.
La difícil y peligrosa labor de la minería exige concentración, paciencia, dureza física y mental y el Orihuela CF ha aprendido a picar piedra para conseguir sus objetivos. Ya vendrán momentos de disfrutar de la calidad que atesora el equipo y de otro tipo de fútbol, pero hoy era importante sumar para continuar en la parte de arriba y seguir cerca de los puestos que dan acceso a las eliminatorias de ascenso. El próximo domingo en ‘Los Arcos’, ante un filial del Betis que plantea otro tipo de fútbol, el Orihuela CF tendrá la ocasión de continuar esta buena racha y su línea ascendente. El play-off de ascenso queda ahora para los amarillos a 3 puntos con el equipo verdiblanco en sexto lugar (40 puntos) y los oriolanos en séptima posición (37 puntos).
Ficha técnica
Alineaciones
La Unión At.: De la Calzada, Quindimil, Monty, Grillo, Iván Aguilar (Mario Sánchez 68’), Tato (Adrián Ruiz 78’), Jorge García, Héctor, Alvarito Comenge, Salido (Franco 32’) y Juampe.
Orihuela CF: Arias, Sirera (Escobar 70’), Espejo, Fran Martínez (Juanma García 70’), Goyo Medina, Sanmartí (Camacho 65’), Kamal (Hamza Bellari 65’), De las Cuevas, Brian Pallarés, Callejón y Florian (Revilla 55’).
Árbitro
Joan Masip Vidal (colegio catalán), que amonestó a Tato, Kamal y Espejo.
Campo
Polideportivo Municipal de La Unión (Murcia). Mañana soleada, pero fría y ventosa, con presencia de aficionados oriolanos.
